domingo, 9 de agosto de 2015




LA LIRICA

La lírica es el género literario que se caracteriza por la presencia en el texto de una voz que expresa su estado emocional, sus sentimientos. Esta voz puede ser real o fingida. Generalmente se escribe en verso, pero también se puede escribir en prosa, como ocurre con algunos diarios o textos autobiográficos.

En sus orígenes la poesía lírica iba acompañada de música. Eran canciones breves y anónimas de elaboración colectiva que se transmitían oralmente y que hablaban de la realidad inmediata de las personas como podía ser la celebración de una boda, el nacimiento de un hijo, la desaparición de un ser querido, los trabajos en el campo, o el cambio el estaciones. Esta lírica se denomina de tradición popular. También hay poesía lírica culta, compuesta por autores conocidos y que se transmite mediante la escritura.

A la tradición popular pertenecen las canciones y los romances líricos. Las canciones se caracterizan por su brevedad y por la variedad de temas que aparecen. En los romances líricos predomina el tema amoroso.
  
LÍRICA DE TRADICIÓN POPULAR

CANCIÓN
Al alba venid, buen amigo,
al alba venid.
Amigo, el que yo más quería,
venid al alba del día.
Amigo, el que yo más quería,
venid a la luz del día.
Amigo, el que yo más amaba,
venid a la luz del alba.
Venid a la luz del día,
Nos traigáis compañía.
Venid a la luz del alba,
Nos  traigáis gran compaña.

ROMANCE LÍRICO
Yo me levantara madre,
mañanita de San Juan,
vide estar una doncella
ribericas de la mar.
Sola lava y sola tuerce,
sola tiende en un rosal;
mientras los paños se enjugan
dice la niña un cantar:
-Do los mis amores, do los,
¿dónde los iré a buscar?
Mar abajo, mar arriba,
diciendo iba un cantar,
peine de oro en las sus manos
y sus cabellos peinar:
-Dígasme tú, el marinero,
que Dios te guarde de mal,
si los viste a mis amores,
si los viste allá pasar.

A la tradición culta se adscriben la oda, la elegía, la égloga y el epigrama.
El epigrama es un poema breve de tema amoroso.
En la égloga, varios pastores idealizados hablan de sus cuitas amorosas en medio de un paisaje estilizado.
La elegía canta el dolor por la desaparición de un ser querido. Habla de la fugacidad de la vida y de la nostalgia de la juventud perdida
La oda es una composición abierta  de larga extensión que trata de asuntos diversos en un tono de exaltación o elogio 
Sátira: tiene por objeto la presentación humorística y breve de vicios y defectos individuales o sociales
Canción. Generalmente de tipo amoroso, aunque también  trata cualquier otro sentimiento

LÍRICA CULTA
ELEGÍA
Aquél de buenos abrigo,
amado por virtuoso,
de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
y tan valiente;
sus hechos grandes y claros
no cumple que los alabe,
pues los vieron;
ni los quiero hacer caros
pues que el mundo todo sabe
cuáles fueron.

Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
y parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué maestro de esforzados
y valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Cuán benigno a los sujetos!
¡A los bravos y dañosos,
qué león!

Jorge Manrique
Coplas por la muerte de su padre

ÉGLOGA
El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,
(de pacer olvidadas) escuchando.
Tú, que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo
y un grado sin segundo,
agora estés atento sólo y dado
el ínclito gobierno del estado
Albano; agora vuelto a la otra parte, esplandeciente, armado,
representando en tierra el fiero Marte;

Garcilaso de la Vega
Égloga I

ODA

Vida retirada
¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruïdo
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspes sustentado!
[...........................]

A mí una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada,
me baste; y la vajilla,
de fino oro labrada,
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
en sed insacïable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando

a la sombra tendido
de yedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente m
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.

(Fray Luis de León, Oda a la vida retirada)



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